Psicólogo infantil en Oviedo
Cuando surgen dificultades emocionales, de conducta o aprendizaje, la intervención de un psicólogo infantil en Oviedo puede marcar la diferencia en el bienestar presente y futuro de tu hijo. En Clínica Danái evaluamos su situación de forma personalizada y diseñamos un plan de trabajo que combina psicoterapia infantil basada en la evidencia, colaboración con la familia y, cuando es necesario, coordinación con el centro escolar. Nuestro objetivo es ayudarle a desarrollar habilidades emocionales, sociales y académicas que le permitan crecer con seguridad, confianza y equilibrio.
Psicología infantil
La psicología infantil es la especialidad que permite a un psicólogo infantil comprender el desarrollo emocional, cognitivo, conductual y social de los niños y niñas desde su nacimiento hasta la adolescencia.
El cometido de este profesional —ya sea que busques un psicólogo infantil en Oviedo o en cualquier otro lugar— es entender cómo piensan, sienten y actúan los menores en cada etapa y brindar apoyo cuando surgen dificultades que afectan a su bienestar o aprendizaje.
Psicólogo para los más pequeños
En Clínica Danái contamos con un equipo de psicólogos infantiles pensado para atender las necesidades emocionales, conductuales y sociales de los niños desde sus primeros años. Nuestro equipo de psicólogos en Oviedo tiene amplia experiencia en el trabajo con menores y sus familias. Nuestro propósito es mejorar la calidad de vida tanto de los hijos como de los padres, ofreciendo un acompañamiento integral que combine intervención profesional, apoyo familiar y, cuando es necesario, coordinación con el colegio para garantizar un desarrollo pleno.
Nuestro enfoque como psicólogos infantiles
En nuestra forma de trabajar, cada niño es único y requiere un plan adaptado a sus circunstancias. Comenzamos con una evaluación detallada que nos permite comprender sus necesidades y establecer objetivos claros junto a la familia. A partir de ahí, diseñamos estrategias de intervención que incluyen pautas para casa y, cuando es necesario, coordinación con el colegio. Observamos y analizamos los comportamientos para orientar a ambas partes, facilitando herramientas que mejoren la comunicación, el vínculo afectivo y la gestión emocional. Nuestro enfoque flexible nos permite ajustar la terapia en todo momento, asegurando que cada paso esté alineado con el bienestar y el desarrollo del menor.
Fases del proceso psicológico infantil
Nuestro psicólogo infantil de Oviedo sigue un itinerario adaptado a las necesidades de cada menor. Buscamos detectar pronto la dificultad, intervenir con eficacia y favorecer un progreso estable, tanto en casa como en el entorno educativo.
Primera sesión
Evaluación
Intervención
Seguimiento
Preguntas frecuentes sobre psicología infantil
¿Cuándo debería acudir a un psicólogo infantil?
Cuando observes cambios persistentes en conducta, sueño, apetito o rendimiento escolar, o si tu hijo muestra ansiedad, tristeza o problemas para relacionarse. Una evaluación temprana facilita intervenciones más breves y efectivas.
¿Cómo se desarrolla una terapia infantil y cuánto dura?
Tras la entrevista con los padres y la evaluación del niño, el psicólogo diseña un plan personalizado que combina juego terapéutico, técnicas cognitivo‑conductuales y orientación a la familia. La duración varía según la dificultad, pero suele rondar 8‑12 sesiones con revisiones periódicas.
¿Qué papel tienen los padres en el proceso terapéutico?
El papel de los padres es fundamental. La terapia infantil no solo implica al niño, sino también a su entorno. Por eso:
Se ofrece orientación a los padres para mejorar la comunicación y el vínculo.
Se comparten pautas de manejo en casa.
El trabajo conjunto entre psicólogo y familia es clave para lograr cambios reales y duraderos.
¿En qué se diferencia la terapia infantil de la terapia para adultos?
El psicólogo infantil utiliza recursos lúdicos (juego, dibujo, cuentos) y adapta el lenguaje a la edad. Se involucra a padres y, si es necesario, al colegio para que las estrategias aprendidas se refuercen a diario, algo que no siempre es imprescindible en la terapia de adultos.




