Nuestros psicólogos en Oviedo analizan el fenómeno del apego, el sistema psicobiológico que nos impulsa a buscar proximidad y seguridad con figuras significativas. Según cómo se cuidó nuestra necesidad de protección en la infancia, se forman patrones de apego (seguro, ansioso, evitativo y desorganizado) que influyen en las relaciones adultas y en la regulación emocional. Es importante señalar que clásicamente se creía el apego como algo rígido, sin embargo, se pueden mostrar diferentes patrones de apego en función con cada una de las personas de las que nos rodeamos.
En psicología del desarrollo, apego designa un sistema motivacional innato que se activa ante amenaza, dolor o incertidumbre para asegurar vinculación y protección con una figura cuidadora. Desde Bowlby y Ainsworth sabemos que la calidad de la sensibilidad parental —capacidad para percibir, interpretar y responder de forma contingente a las señales del bebé— es el principal predictor de patrones de apego. Lejos de ser “pegoteo”, el apego saludable funciona como base segura: cuanto más segura es la relación, mayor autonomía y exploración muestra la persona.
Apego: necesidad de proximidad y seguridad con figuras significativas.
Cómo saber si tengo una relación de apego ansioso o evitativo: señales de hiperactivación (ansiedad por separación, búsqueda constante de confirmación) o de desactivación (frialdad, autosuficiencia defensiva).
Tipos: seguro, ansioso-ambivalente, evitativo y desorganizado (y sus análogos en la adultez).
Cómo regularlo: psicoeducación, mentalización, TCC/EFT y hábitos de autocuidado.
Cómo saber si soy “apegado” a alguien y diferencia con la dependencia emocional
Ser “apegado” no es un diagnóstico; describe cómo regulas la cercanía. Algunas pistas útiles:
Indicadores de apego saludable: comodidad al pedir apoyo, confianza básica, capacidad de estar a solas sin angustia, negociación de necesidades.
Indicadores de hiperactivación: miedo recurrente al rechazo, búsqueda de confirmación (mensajes, comprobaciones), celos y rumiación; cambios intensos de ánimo ante microseñales.
Indicadores de desactivación: minimizar necesidades, autosuficiencia rígida, incomodidad con la intimidad, cortar contacto para evitar vulnerabilidad.
Pedir valoración de caso gratuita
Si crees que puedes sufrir alguno de estos síntomas, pide tu valoración de caso gratuita.
PIDE YA TU LLAMADAApego vs. dependencia emocional
El apego es un mecanismo adaptativo que promueve seguridad y autonomía; se caracteriza por mutualidad y reciprocidad.
Regla práctica: si para estar bien necesitas al otro a cualquier precio (renunciando a límites, identidad o proyectos), hablamos de dependencia; si puedes elegir la cercanía y también sostenerte cuando no está, hablamos de apego saludable.
Tipos de apego y cómo identificarlos
En infancia y adultez se describen tipologías equivalentes. Aquí tienes las más estudiadas y sus señales habituales.
Apego seguro (adulto: seguro)
Señal central: confianza básica; se busca apoyo y se ofrece sin temor a perder autonomía.
Indicadores: buena mentalización (comprender estados emocionales propios y ajenos), regulación afectiva estable, conflictos que se abordan con diálogo.
En pareja: intimidad + independencia, baja reactividad ante la distancia temporal.
Apego ansioso-ambivalente (adulto: ansioso-preocupado)
Señal central: hiperactivación del sistema de apego.
Indicadores: hipersensibilidad al rechazo, búsqueda de reaseguración repetida, fusión identitaria, dificultad para tolerar la incertidumbre; alternancia entre protestar y acercarse.
En pareja: necesidad de contacto constante, miedo al “dejar de querer”, idealización seguida de decepción.
Apego evitativo (adulto: evitativo-distante)
Señal central: desactivación para no sentir dependencia.
Indicadores: minimizar sentimientos, incomodidad ante la intimidad emocional, preferencia por el control y la autosuficiencia; discurso racionalizado.
En pareja: cortes bruscos ante la demanda emocional, priorización del rendimiento/tiempo a solas, dificultades para pedir ayuda.
Apego desorganizado (adulto: temeroso-evitativo)
Señal central: aproximación-huida; la figura de apego es simultáneamente fuente de consuelo y de amenaza.
Indicadores: conductas contradictorias, disociación ante el estrés, patrones relacionales caóticos; suele asociarse a historias de traumas o cuidados impredecibles.
En pareja: alta intensidad, rupturas y reconciliaciones frecuentes, sensación de no merecer amor junto con miedo a recibirlo.
Nota: Todos los estilos son estrategias aprendidas. No determinan tu destino relacional; se modulan con experiencias de seguridad y con psicoterapia.
Consecuencias del estilo de apego en la vida adulta
- Regulación emocional: el seguro amortigua estrés; los inseguros (ansioso/evitativo/desorganizado) se asocian a hiperactivación o anestesia emocional.
- Elección de pareja y mantenimiento: la compatibilidad mejora con apego seguro; la inseguridad incrementa malentendidos, celos y retirada.
- Salud mental: mayor riesgo de ansiedad, depresión y dificultades traumáticas cuando predomina el desorganizado.
- Crianza: cuidadores con seguridad interna muestran sensibilidad contingente y favorecen apego seguro en sus hijos.
Consejos para cuidar nuestros estilos de apego disfuncionales
- Psicoeducación: entiende tu mapa de apego. Identifica momentos de activación (celos, silencios, discusiones) y registra disparadores, emociones, conductas.
- Mentalización: antes de actuar, nombra lo que sientes y distingue entre hecho, interpretación y temor.
- Terapia Focalizada en Emociones (EFT) o Terapia de Esquemas: trabajan patrones de apego inseguro en la relación terapéutica y en la pareja.
- Exposición a la autonomía: practica microdistancias tolerables (tiempo sin mensajes, planes por separado) con prevención de respuesta (evitar comprobar/rumiar).
- Autocuidado y red de apoyo: sueño regular, actividad física, amistades diversas y proyectos propios; la seguridad también se construye fuera de la pareja.
- Límites y comunicación asertiva: expresa necesidades en primera persona, acuerda ritmos de contacto y renegocia sin amenazas.
- Autocompasión: trata la ansiedad de apego como alarma protectora que aprendió en otro contexto; responde con cuidados actuales, no con autocrítica.
- Intervención profesional: si hay trauma, violencia, celos patológicos o deterioro funcional, busca psicoterapia especializada; el objetivo es apego más seguro, no “no necesitar a nadie”.
Consejo de nuestro experto en apego
“El apego no encadena; orienta. Cultivar seguridad no es dejar de depender, es aprender a vincularse sin perderse.”
— Daniel Suárez Castro, psicólogo clínico (Clínica Danái)
Referencias
- Ainsworth, M. D. S., Blehar, M. C., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the Strange Situation. Lawrence Erlbaum Associates.
- Bowlby, J. (1982). Attachment and loss: Vol. 1. Attachment (2.ª ed.). Basic Books.
- Bowlby, J. (1988). A secure base: Parent‑child attachment and healthy human development. Basic Books.
- Cassidy, J., & Shaver, P. R. (Eds.). (2016). Handbook of attachment: Theory, research, and clinical applications (3.ª ed.). The Guilford Press.
- Johnson, S. M. (2019). Attachment theory in practice: Emotionally Focused Therapy (EFT) with individuals, couples, and families. The Guilford Press.
- Main, M., & Solomon, J. (1990). Procedures for identifying infants as disorganized/disoriented during the Ainsworth Strange Situation. En M. T. Greenberg, D. Cicchetti, & E. M. Cummings (Eds.), Attachment in the preschool years: Theory, research, and intervention (pp. 121–160). University of Chicago Press.
- Mikulincer, M., & Shaver, P. R. (2016). Attachment in adulthood: Structure, dynamics, and change (2.ª ed.). The Guilford Press.
Daniel Suárez Castro
Dr. en Psicología Clínica y Psicólogo General Sanitario - Director de Clínica Danái
Número de colegiado: O-03548
Psicólogo clínico en Oviedo con enfoque sistémico: trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Compagino la práctica clínica con la docencia universitaria y la investigación para ofrecer intervenciones basadas en evidencia y adaptadas a cada contexto familiar y escolar.












