Los trastornos de la conducta alimentaria afectan de manera muy significativa a la salud física y pueden derivar en graves complicaciones si no se tratan adecuadamente. Comprender sus señales, causas y enfoques terapéuticos es clave para intervenir a tiempo y mejorar la calidad de vida de quienes los padecen.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria son problemas psicológicos que alteran la relación de una persona con la comida, afectando su comportamiento, emociones y percepción corporal. Estas alteraciones pueden llevar a restricciones extremas en la alimentación, atracones compulsivos o conductas compensatorias dañinas.
Entre los más comunes se encuentran:
● Anorexia nerviosa: restricción extrema de la ingesta de alimentos y miedo intenso a ganar peso. Aunque las últimas investigaciones lanzan la hipótesis sobre si debe ser considerado o no un trastorno de alimentación.
● Bulimia nerviosa: episodios de atracones seguidos de conductas compensatorias como el vómito autoinducido o el uso de laxantes.
● Trastorno por atracón: ingesta excesiva de comida en un corto período sin conductas compensatorias posteriores.
● Ortorexia: obsesión patológica por consumir solo alimentos considerados «saludables».
Señales de alerta de los trastornos de la conducta alimentaria
Detectar los signos de un problema alimenticio en sus primeras etapas puede marcar la diferencia en su tratamiento. Algunas señales comunes incluyen:
Cambios en la alimentación
● Restricción severa de alimentos o eliminación de grupos alimenticios completos.
● Episodios de ingesta compulsiva con sensación de pérdida de control.
● Uso frecuente de dietas extremas o prolongados ayunos sin supervisión médica.
Alteraciones en la imagen corporal
● Insatisfacción extrema con el peso o la forma del cuerpo.
● Uso excesivo de espejos y comparación constante con otros.
● Comentarios negativos recurrentes sobre la apariencia física.
Conductas compensatorias o de ocultación
● Evitación de comidas en público.
● Uso excesivo de ropa holgada para ocultar el cuerpo.
● Práctica excesiva de ejercicio con el único objetivo de perder peso.
Causas y factores de riesgo
Los trastornos de la conducta alimentaria no tienen una única causa, sino que surgen de una combinación de diversos factores. Todos estos factores se siguen investigando a día de hoy, siendo la Anorexia Nerviosa una de las etiquetas con mayor investigación en los últimos tiempos.
Factores psicológicos
● Mala percepción de uno mismo y perfeccionismo extremo.
● Dificultades para manejar el estrés, la ansiedad o la depresión.
Factores socioculturales
● Exposición a ideales de belleza irreales promovidos en redes sociales y medios de comunicación.
● Influencia de la cultura dietética y la presión social para alcanzar un determinado tipo de cuerpo.
Tratamiento y apoyo psicológico
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria requiere un enfoque multidisciplinario que incluya intervención psicológica, médica y nutricional.
Terapia psicológica
La terapia es un pilar fundamental para la recuperación, ya que ayuda a la persona a identificar patrones de pensamiento dañinos y a desarrollar una relación saludable con la comida. Algunas de las terapias más utilizadas incluyen:
● Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): trabaja en la modificación de pensamientos y comportamientos negativos en relación con la alimentación y la imagen corporal.
● Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): fomenta la aceptación del cuerpo y la flexibilidad psicológica para reducir la rigidez mental sobre la comida.
● Terapia familiar: especialmente útil en adolescentes, involucra a la familia en el proceso de recuperación para fortalecer el apoyo en el entorno cercano.
Atención nutricional
La educación nutricional es clave para restablecer hábitos alimenticios equilibrados y desmitificar creencias erróneas sobre la comida. Un profesional en nutrición puede guiar en la construcción de una alimentación basada en el bienestar y la recuperación del organismo.
Soporte médico
En casos más graves, donde hay una desnutrición severa o problemas de salud derivados del trastorno, puede ser necesaria la supervisión médica y la hospitalización temporal.
Estrategias para la recuperación y prevención
El camino hacia la recuperación requiere tiempo, compromiso y apoyo continuo. Algunas estrategias clave incluyen:
Fomentar una relación saludable con la comida
● Evitar la categorización de alimentos como «buenos» o «malos».
● Escuchar las señales del cuerpo sobre el hambre y la saciedad.
● Priorizar el bienestar sobre la estética o el peso corporal.
Promover una imagen corporal funcional
● Cuestionar los estándares de belleza impuestos por la sociedad.
● Enfocarse en las capacidades y logros personales en lugar de la apariencia.
● Seguir cuentas en redes sociales que promuevan la diversidad corporal y la aceptación personal.
Buscar apoyo
● Hablar con personas de confianza sobre preocupaciones alimenticias o emocionales.
● Participar en grupos de apoyo donde se compartan experiencias de recuperación.
● Consultar con profesionales para recibir orientación personalizada.
Daniel Suárez Castro
Dr. en Psicología Clínica y Psicólogo General Sanitario - Director de Clínica Danái
Número de colegiado: O-03548
Psicólogo clínico en Oviedo con enfoque sistémico: trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Compagino la práctica clínica con la docencia universitaria y la investigación para ofrecer intervenciones basadas en evidencia y adaptadas a cada contexto familiar y escolar.
