Oviedo es una de las ciudades españolas con mayor proporción de personas mayores: casi uno de cada cuatro habitantes supera los 65 años. Esto significa que muchas familias asumen el cuidado cotidiano de padres, madres o abuelos dependientes. Aunque cuidar a un ser querido puede ser gratificante, también puede generar sobrecarga mental (burnout del cuidador): agotamiento físico, emocional y social que afecta al bienestar de toda la familia.
¿Qué es la sobrecarga o burnout del cuidador?
El burnout del cuidador aparece cuando las exigencias del cuidado superan los recursos físicos, emocionales o de tiempo del familiar que cuida. A diferencia del estrés puntual, la sobrecarga:
- Es crónica (se mantiene > 6 meses).
- Interfiere en el sueño, el ánimo y la salud del cuidador.
- Afecta las relaciones con otros miembros de la familia (hermanos, pareja, hijos).
Señales tempranas de sobrecarga
| Área | Señales de alerta | Pregunta de autoevaluación |
|---|---|---|
| Física | Fatiga persistente, dolores musculares, insomnio, cefaleas | “¿Me siento cansado incluso después de dormir?” |
| Emocional | Irritabilidad, tristeza frecuente, sentimiento de culpa, apatía | “¿Estoy perdiendo la paciencia más rápido de lo normal?” |
| Social | Aislamiento, abandono de amistades, dificultad para desconectar | “¿Hace cuánto no quedo con alguien para algo que me guste?” |
| Cognitiva | Falta de concentración, olvidos, sensación de confusión | “¿Se me olvidan tareas simples o citas importantes?” |
Si respondes sí a dos o más áreas, es probable que estés desarrollando sobrecarga familiar.
Autocuidado realista para cuidadores
La clave no es hacer grandes cambios, sino pequeños ajustes sostenibles cada día.
1. Micro-pausas de 5 minutos cada 2-3 h
○ Respiración diafragmática o estiramientos.
2. Delegar una tarea concreta a la semana
○ Ej.: medicación del domingo → hermano/a.
3. Mantener una rutina de sueño mínima de 6-7 h
○ Si la persona dependiente se despierta, turnarse con otro familiar o usar teleasistencia nocturna.
4. Conectar con el exterior
○ Llamada breve a un amigo o paseo corto mientras otro familiar o un cuidador profesional hace un relevo.
5. Autocompasión
○ Sustituir “no hago suficiente” por “hago lo mejor posible con los recursos que tengo”.
Tip rápido: agenda tus descansos igual que las citas médicas de la persona a la que cuidas. Si no están en el calendario, no suceden.
El papel de la terapia sistémica
Cuando el cuidado recae casi por completo en una sola persona, surgen conflictos entre hermanos o roles rígidos (“el que cuida” vs. “los que ayudan poco”). La terapia sistémica trabaja precisamente en:
1. Estructurar las responsabilidades de cada miembro y redistribuirlas de forma equitativa.
2. Mejorar la comunicación familiar: pasar de reproches a peticiones claras y acuerdos.
3. Gestionar emociones de cada hijo (culpa, resentimiento, miedo) para que no bloqueen la colaboración.
4. Establecer redes externas (servicios sociales, ayuda a domicilio) cuando la familia sola no llega.
Unas pocas sesiones permiten crear un plan familiar que reduzca la sobrecarga y mejore la calidad de vida tanto del cuidador principal como de la persona mayor.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Agotamiento extremo o insomnio > 1 mes.
- Irritabilidad que afecta a la convivencia.
- Pensamientos de desesperanza (“no puedo más”, “nadie me ayuda”).
- Frecuentes problemas físicos (infecciones, hipertensión, lumbalgias).
- Conflictos familiares que se intensifican en lugar de resolverse.
Conclusión
Cuidar a un ser querido no tiene por qué significar sacrificar tu salud. Detectar las señales de burnout del cuidador, practicar autocuidado realista y repartir responsabilidades con ayuda sistémica son pasos esenciales para proteger tu bienestar y el de toda la familia.
¿Te identificas con estas señales?
En Clínica Danái contamos con psicólogos expertos en Oviedo que ofrecen orientación individual y terapia sistémica familiar para aliviar la sobrecarga del cuidador. Contáctanos y recupera tu equilibrio emocional mientras sigues brindando el mejor cuidado a tus mayores.
Daniel Suárez Castro
Dr. en Psicología Clínica y Psicólogo General Sanitario - Director de Clínica Danái
Número de colegiado: O-03548
Psicólogo clínico en Oviedo con enfoque sistémico: trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Compagino la práctica clínica con la docencia universitaria y la investigación para ofrecer intervenciones basadas en evidencia y adaptadas a cada contexto familiar y escolar.
