Guía práctica creada por psicólogos de Oviedo sobre cómo ayudar a una persona con depresión desde casa: psicoeducación sobre qué es la depresión y los síntomas de la depresión, pautas de apoyo diario, señales de riesgo suicida y claves para convivir sin quemarte. Integra técnicas basadas en evidencia (TCC, activación conductual, validación emocional) y frases útiles para actuar con tacto. Si te preguntas “cómo saber si estoy deprimida” o “cómo se puede ayudar a una persona con bajones depresivos”, aquí tienes un mapa claro y seguro.
Aprende sobre los síntomas de la depresión
La depresión (episodio depresivo mayor) es un trastorno del estado de ánimo que altera pensamiento, emoción y conducta durante al menos dos semanas y produce malestar clínicamente significativo o deterioro funcional. Los principales signos son ánimo deprimido y anhedonia (pérdida de interés o placer). Suelen acompañarse de:
Alteraciones del sueño (insomnio inicial/intermedio, hipersomnia).
Cambios en el apetito/peso.
Fatiga y abulia (disminución marcada de la iniciativa).
Rumiación, culpa excesiva o autocrítica.
Dificultad para concentrarse y enlentecimiento o agitación psicomotora.
Ideación suicida.
Comprender estos criterios clínicos facilita la psicoeducación: no es “falta de voluntad”, sino un problema de salud mental que se trata con psicoterapia.
Saber más: Depresión: síntomas y tratamientos efectivos
Consejos para ayudar a un familiar o amigo con depresión
Muestra empatía
Practica escucha activa y validación emocional: “Lo que sientes es muy duro y cuenta conmigo”. Evita minimizar (“no es para tanto”) o racionalizar en exceso. La empatía regula el sistema de amenaza y favorece la alianza terapéutica.
Ofrece apoyo y compañía
La soledad intensifica el sesgo atencional hacia lo negativo. Propón presencia tranquila: acompañar a hacer la compra, caminar, o sentarse a su lado sin forzar conversación. La consigna es estar, no arreglar.
Ayúdale a pedir ayuda profesional
Normaliza el tratamiento: psicoterapia cognitivo-conductual (TCC), terapia sistémica, activación conductual, terapia interpersonal. Ofrece gestionar una cita, apoyo para el transporte o recordatorios amables.
Fomenta la activación conductual
En depresión, la energía llega después de actuar. Diseñad micro-tareas graduadas (ducha, abrir la ventana, paseo de 10 minutos) y refuérzalas con feedback positivo. Usa un registro de actividades con una escala breve de placer/logro.
Cuida el sueño y las rutinas
El ciclo vigilia-sueño es un estabilizador del estado de ánimo. Favorece horarios constantes, higiene del sueño (luces bajas, pantallas fuera del dormitorio) y exposición a luz natural por la mañana.
Evita críticas y reproches
El reproche alimenta la vergüenza y aumenta la rumiación. Sustitúyelo por límites claros y compasivos: “Quiero ayudarte y cuando te hablo con gritos no nos funciona; probemos a parar y retomar luego”.
Saber más: Consejos para gestionar la ira
Habla con claridad del malestar
Nombrar no empeora el dolor; lo contiene. Pregunta de forma directa y respetuosa: “¿Has pensado en hacerte daño?”. Si dice que sí, toma en serio la información y sigue el plan de seguridad de más abajo.
Reduce decisiones complejas
Durante un episodio hay bradipsiquia (lentitud cognitiva). Ofrece opciones sencillas y pasos pequeños: “¿Prefieres desayunar ahora o en 20 minutos?”.
Refuerza los logros
Celebra cualquier avance: levantarse, contestar un mensaje, asistir a terapia. El refuerzo contigente aumenta la autoeficacia.
Protege tu propio autocuidado
Para sostener, necesitas descansos, límites y red de apoyo. El síndrome del cuidador quemado no ayuda a nadie.
Pedir valoración de caso gratuita
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PIDE YA TU LLAMADAConoce los riesgos de suicidio
El riesgo suicida es un continuo que oscila con los eventos vitales, tales como el estrés, el consumo de sustancias, las crisis vitales, el aislamiento… Señales de alerta mayor: plan concreto, acceso a medios letales, despedidas, calma repentina tras un periodo de agitación, culpa extrema o sensación de ser una carga. Ante alto riesgo: contacta con emergencias o servicios sanitarios, evita dejar sola a la persona y retira medios peligrosos de forma segura.
Presta atención a cualquier signo de advertencia
Incremento de ideación suicida o autolesiones.
Aislamiento progresivo, abandono de autocuidado básico.
Consumo de alcohol u otras sustancias para “anestesiarse”.
Regalos o “poner asuntos en orden”.
Mensajes como “no puedo más”, “seríais mejores sin mí”.
Empeoramiento brusco tras una ruptura, despido o diagnóstico médico.
Elabora un plan de seguridad: números de emergencia, personas de contacto, estrategias personales que funcionan (duchas templadas, salir a un lugar seguro), y compromiso de pedir ayuda ante escalada del malestar.
Cómo convivir con una persona con depresión
Entiende tus límites y emociones
Es normal sentir impotencia, cansancio o incluso irritación. No los niegues: regúlalos con descanso, apoyo social y, si lo necesitas, terapia para familiares.
No asumas toda la responsabilidad
Tu apoyo facilita, pero la recuperación depende del tratamiento y del tiempo. Evita la hiperprotección y promueve la autonomía pactando pequeñas responsabilidades.
Crea un clima antirrumiación
Sustituye los bucles por tareas sensoriales (ordenar, cocinar, jardinería), atención plena y conversaciones concretas en el aquí-y-ahora.
Pacta rutinas y señales
Acordad una palabra clave para pedir pausa, horarios básicos (comidas, sueño) y un semáforo del ánimo (verde/amarillo/rojo) para ajustar apoyos sin discutir cada vez.
Usa lenguaje compasivo y específico
Mejor descripciones conductuales que etiquetas: “He notado que llevas dos días sin salir; ¿damos una vuelta corta juntos?”.
Coordina la red
Involucra a familia y amistades para distribuir tareas. Un apoyo intermitente y compartido es más sostenible que uno heroico y agotador.
Consejo de nuestro experto en depresión
“La depresión pide prisa emocional, pero mejora con pasos pequeños, constantes y acompañados.”
— Daniel Suárez Castro, Dr. en Psicología Clínica. Clínica Danái.
Conclusiones
Para ayudar a una persona con depresión, combina psicoeducación, empatía y activación conductual, vigila signos de alerta y mantén un plan de seguridad. Evita reproches, cuida tus límites y favorece el acceso a tratamiento profesional. Esta guía también te orienta si te preguntas cómo se puede ayudar a una persona con bajones depresivos o cómo saber si estás deprimida: evalúa los síntomas descritos y consulta con uno de nuestros profesionales si lo necesitas.
Referencias
National Institute of Mental Health. (s. f.). Depression. Recuperado de https://www.nimh.nih.gov/health/publications/depression
American Psychiatric Association. (2019). Practice guideline for the treatment of patients with major depressive disorder. Arlington, VA: APA Publishing.
Mayo Clinic. (s. f.). Depression: Diagnosis and treatment. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/depression/diagnosis-treatment/drc-20356013
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Mayo Clinic. (s. f.). Depression: Supporting a family member or friend. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/depression/in-depth/depression/art-20045943
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Wikipedia. (ÚLTIMA_ACTUALIZACIÓN). Management of depression. En Wikipedia. Recuperado de https://en.wikipedia.org/wiki/Management_of_depression
Verywell Health. (2025, enero 10). 7 effective ways to be there for someone struggling with depression. Recuperado de https://www.verywellhealth.com/how-to-help-someone-with-depression-8743424
Daniel Suárez Castro
Dr. en Psicología Clínica y Psicólogo General Sanitario - Director de Clínica Danái
Número de colegiado: O-03548
Psicólogo clínico en Oviedo con enfoque sistémico: trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Compagino la práctica clínica con la docencia universitaria y la investigación para ofrecer intervenciones basadas en evidencia y adaptadas a cada contexto familiar y escolar.












