Estrés postvacacional: cómo evitar el bajón al volver al trabajo

julio 11, 2025

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Daniel Suárez Castro

Director de Clínica Danái · Especialista acreditado en Terapia Sistémica · Psicólogo General Sanitario (Nº col. O-03548)

Regresar a la rutina después de unos días de playa o montaña puede convertirse en un auténtico “lunes eterno”. Dolor de cabeza, falta de concentración, sueño irregular y un humor que roza la irritabilidad son los síntomas estrella del llamado estrés postvacacional. No se trata de un trastorno clínico grave, pero sí de un bache emocional que, si dura más de dos semanas, puede crecer hasta derivar en ansiedad o depresión leve. La buena noticia: con unas cuantas estrategias sencillas se puede amortiguar el impacto y recuperar el ritmo sin sufrir el temido bajón de septiembre.

¿Por qué nos pasa?

Durante las vacaciones, el cuerpo regula sus horarios a golpe de luz natural, ocio y descanso; aumentan la serotonina y la endorfina, bajan las hormonas del estrés. Al volver al despertador y al correo saturado, el cerebro libera cortisol y adrenalina para “ponernos en marcha” de nuevo. Si el salto entre ambos estilos de vida es brusco, aparece la sensación de fatiga, tristeza o apatía. La clave es cómo gestionamos esa transición.

Señales de alarma que conviene vigilar

  • Somnolencia diurna o insomnio continuado durante más de diez días.

  • Irritabilidad o tristeza persistente que afecta a la convivencia.

  • Desmotivación total: ni obligaciones ni aficiones despiertan interés.

  • Quejas físicas frecuentes (dolor de cabeza, molestias digestivas) sin causa médica.

Cuando estos síntomas se prolongan más de dos semanas, conviene consultar con un profesional de la salud mental.

Seis hábitos que facilitan la transición

  1. Anticípate antes de terminar las vacaciones
    Dedica la última tarde libre a revisar la agenda de la semana de regreso y a adelantar pequeñas tareas (lavadoras, compra básica) para no empezar con la casa patas arriba.

  2. Reajusta el horario de sueño gradualmente
    Tres o cuatro días antes de volver, adelanta la hora de ir a la cama y de levantarte en franjas de 15-20 minutos hasta alcanzar tu horario laboral habitual.

  3. Lleva la filosofía “slow” a la oficina
    El primer día evita programar reuniones críticas. Ordena correos por prioridad y aplaza lo menos urgente. Este aterrizaje suave rebaja la curva de cortisol.

  4. Cuida el cuerpo para cuidar la mente
    Desayuno proteico, comidas ligeras y algo de ejercicio aeróbico después de la jornada (caminar 30 minutos por el Parque de Invierno) ayudan a estabilizar energía y ánimo.

  5. Reserva mini-pausas agradables
    Programar un café con un compañero, una lectura corta al mediodía o música relajante al volver a casa mantiene encendida la motivación y rompe la percepción de “todo es trabajo”.

  6. Mantén vivo el espíritu vacacional
    Exhibe una foto del viaje, planifica una excursión de fin de semana o una cena con amigos. Inyectar pequeñas dosis de ocio en la rutina evita que la mente coloque el disfrute en un futuro lejano.

     

¿Y si el bajón no cede?

Si tras aplicar estos ajustes el malestar sigue ahí, la Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudarte a replantear pensamientos catastrofistas del tipo “ya se acabó lo bueno” y a enseñar técnicas de gestión de estrés (respiración diafragmática, planificación realista). En caso de que la fatiga emocional se combine con conflictos familiares o de equipo, un enfoque sistémico permite repartir responsabilidades y mejorar la comunicación.

Conclusión

Volver al trabajo no tiene por qué traducirse en una caída libre anímica. Preparar el regreso, modular el ritmo y mantener espacios de ocio son los pilares para convertir la transición en un ajuste natural. Y recuerda: si el bajón se alarga, pedir ayuda es un signo de autocuidado, no de debilidad.

¿Te cuesta retomar la rutina?
En Clínica Danái (Oviedo) te acompañamos con planes personalizados para manejar el estrés postvacacional y recuperar tu equilibrio. Solicita tu cita y vuelve a la rutina con energía y serenidad

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Daniel Suárez Castro

Dr. en Psicología Clínica y Psicólogo General Sanitario - Director de Clínica Danái

Número de colegiado: O-03548

Psicólogo clínico en Oviedo con enfoque sistémico: trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Compagino la práctica clínica con la docencia universitaria y la investigación para ofrecer intervenciones basadas en evidencia y adaptadas a cada contexto familiar y escolar.

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